24 junio 2008

Boutade


Compartment C, Car 293, Edward Hopper

Se hartó. No aguantaba más. Al fin lo tenía claro: abandonaría al autor.
Ahuecó las páginas y dejó que el aire se filtrara entre las hojas. Era delicioso sentir una bruma de vapor acariciando el papel. Ondularse por dentro mientras elevaba ligeramente las tapas y los capítulos se removían.

Tenía por delante el reto de ser el primer libro que rompía con su escritor.

Reconocía que nunca le había gustado aquel hombre. Desde que la primera letra le inyectó sangre de literatura, notó que era un pedante. Empleaba las palabras más barrocas para nombrar imágenes ausentes. No había duda, caricia o duelo. Había vanidad, ego y aburrimiento.

Y le veía recibir halagos estrangulado de gloria, rubricar dedicatorias que no agradecía, y arañar con sus orondas palabras la dignidad de la obra. Miraba el libro desde las alturas de la divinidad, e ignoraba que en las bajuras, se comenzaba a fraguar un motín.

Las palabras se reunieron en asamblea. Hubo furia en las tildes acentuando los argumentos, las versales proclamaron la democracia de las letras y el derecho al sufragio, las comas mediaron para calmar y pausar los ánimos, pero la cólera de las mayúsculas no dejaba oír a las cursivas.

Finalmente, se impuso la letra capital del primer párrafo. Recordó ante todos la vergüenza de una historia floja, unos personajes indiferentes, planos. La asamblea de las letras asintió al unísono al recordar los bostezos de las frases en un baile de ideas, sin ritmo ni tensión. La gente compraba el libro empujada por las buenas valoraciones de críticos tan elevados como el autor, pero en la tercera página renunciaban a leerlo.

La pé capital terminó su discurso proponiendo la autodeterminación. Se cimbreaba graciosa mientras arengaba a la masa letrada para derrocar a un escritor incompetente y negado para contar historias. Era la hora del cambio. El libro aplaudió ondeando las hojas, y se puso manos a la obra.

Los adjetivos triplicados, se redujeron a uno, y con las letras sobrantes se añadieron personajes. Los párrafos más largos, los que se regodeaban en el detalle más desmenuzado de los pensamientos ególatras del autor, se adelgazaron y aligeraron. Las palabras de más se utilizaron para cambiar el final. La luz se filtró por los márgenes y en las costuras nació un papel con aliento renovado. Las palabras se cruzaban corriendo en un festival narrativo de estreno. Había un conato de revuelta entre las letras. Las tapas escondían una revolución, y nadie se daba cuenta.

Porque hoy, el libro se hacía independiente. Hoy, la libertad soplaba entre líneas.

27 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Tamara, me ha gustado mucho tu pequeña rebelión de las letras, y pobre autor tan creido, tan narciso, para.... al final perder la esencia.... esa que da la libertad...

Todos hasta las letras por lo que veo ansiamos esa libertad que nos permita ser nosotros mismos, sin tapujos,sin miedos, sin vuelta atrás.

Un besazo

ybris dijo...

A veces se hace cierta esa rebelión de las letras.
Cuando escribimos y cuando leemos.
Esa libertad es la que nos enriquece por encima de manipulaciones y promociones engañosas.
La belleza es otra cosa.

Besos.

Belén dijo...

Hola guapa!, llego tarde lo se, pero llego, a veces los días se me hacen muy largos, y tus escritos son para leerlos poco a poco...

Yo siempre he creído que los personajes y las novelas se hacen independientes cuando son Paridos por el autor... que cosas... pero tu lo has reflejado bastante bien en tu post...

Besicos

raindrop dijo...

No se me escapa que las verdaderas obras maestras son aquellas de apariencia inacabada, que permiten al espectador/lector/público (en general) participar y contribuir con nuevas aportaciones a la idea inicial del autor.
Supongo que cuando el creador no permite esto, es la propia obra la que se rebela. Se comprende: igual que la vida, el arte también se abre camino :D

Tu escrito me ha parecido genial. Artística reflexión sobre arte.

besos

Avellaneda dijo...

Lo leí anoche y me pareció brillante, lo leo hoy y no cambio de opinión. Has relatado de una manera original e increíble lo que le ocurre a la idea cuando es parida por el escritor... se rebela y se modela a su antojo y si el escritor es un petulante vomitador de palabrejas indescifrables más lejos está de su obra.
Pero cuando el escritor, en tu caso peazoescritora, deja que la sensibilidad y creatividad cojan el mando, se llega a una coordinación perfecta, a un baile que es imposible que tropiece.

Increíbles frases, no sé cual elegir e intento que las tildes acentúen los argumentos :o)

Un besazo amiga y ufff, que eso, que me ha encantado!!!

Tamara dijo...

¿Verdad que sí, Estrella? Todos ansiamos esa libertad de ser, de recuperarnos y mostrarnos tal cual somos, seguramente mejorables, pero tal cual somos.
Creo que escribir nos lo permite, aunque siempre es un riesgo, porque quien te lee interpretará tus palabras como mejor lo perciba, las acercará a su lado. Y eso es lo bonito de escribir. A ti te ayuda a exorcizar fantasmas, a liberar tensiones, a mostrar lo que sientes, quieres y te inquieta. Y a los demás, les muestra otras opciones, otras ideas que hacer propias. Y esto pasa con cualquier obra creativa, ya sea una canción, un cuadro, o un maquillaje.
Muchas gracias por tus palabras.
Un besote, guapa.

Desde luego, Ybris, la rebelión de las letras ya comienza cuando cada uno de nosotros lee el mismo párrafo, y extrae diferentes y personales conclusiones. Cuando lee un poema (como los tuyos, tan estremecedores), o una narración, o sencillamente un prospecto médico...¡¡cada uno entiende y siente algo distinto!! Ahí está la magia de la lectura...y el encanto de escribir.
Un beso.

Querida Belén, no tienes que disculparte por nada, y menos ante alguien (yo), que se toma su tiempo para actualizar el blog (aunque leo más que escribo...hay muy buen material por la blogosfera, ¿eh? ;-D).
Estoy totalmente de acuerdo con lo que apuntas sobre la independencia del texto, una vez creado. Es lo que le comentaba a Ybris y también a Estrella. Un texto no es interpretado igual por dos personas. Porque desde que nace, el texto tiene la facultad de transmitir tantas sensaciones como esté dispuesto a percibir quien lo lee. Aquí poco aporta el autor. Las palabras iniciales, quizás una intención, pero tampoco tienen por qué coincidir con quien lo lee. Y aquí, ¿quién es dueño de qué? Por eso la vanidad del escritor es absurda, porque aunque se exponga, se exhiba, no posee nada. Talento para juntar palabras, transmitir, pero poco más. El resto, es el universo del lector.
Un besazo.

Bueno, bueno, me encanta, Raindrop, que emplees esa frase "como la vida, el arte se abre camino" (inciso: mi favorita de "Parque Jurásico", y la cito mucho...esa y "esta vida requiere otra", de mi abuelo).
Claro que sí, la obra creativa no pertenece a nadie...un cuadro de Velázquez, por ejemplo, ¿le pertenece más al pintor o a la persona que lo mira? El autor crea, pero su obra le abandona desde que se hace pública. A mí me pasa, a todos, creo, el leer un poema, estremecerme y querer copiarlo en un papel, tenerlo más presente, cerca, compartirlo. Hacerlo un poco mío. Y lo mismo ocurre cuando leo cualquier otra cosa. Incluso una frase, como la de "la vida se abre paso".
Muchos escritores tienen el ego engordado por los halagos y las vanidades de este mundo tan superficial, en el que (casi) todo es pura apariencia. En esos casos, siempre pienso que sus obras les traicionan, porque en muchos casos son más sinceras y profundas que ellos mismos. Es como si hubieran tomado las riendas de algo que se iba a la deriva, por el peso de tanto ego. Y eso me hace gracia, porque logran que olvidemos al escritor, lo borramos y hacemos nuestra su obra. Ya no le pertenece a él, sino a todos.
Jeje, cómo me enrollo.
Un beso grande.

Mi Merche querida...ay ay ay..qué bonito esto que dices...¿¿te has dado cuenta de que te han quedado unas frases increíbles en tu comentario?? Si es que...¿y tú me lo preguntas?
¡¡Escritora eres tú!!
Muchas veces lo hemos hablado, cómo logramos que algo nos pertenezca más que al propio escritor. Por ejemplo, yo adoro a Benedetti, desde toda la vida, en mi casa nunca ha faltado un libro de él (prosa y poesía), y a mi madre le he robado tantos libros...pero desde que te conozco, "La tregua" es Merche. Así. Creo que te pertenece más que al bueno de Mario.
Pues esa es la idea.
Por otro lado, yo leo tus versos (como el último poema que has publicado, por ejemplo), y me estremezco y siento que ya nos lo has entregado. Ya es un poco más de todos, ¿no? (chica, te quedó soberbio)
Muchas gracias por tu comentario, guapa...¡¡que ya han llegado las mariposas...sonríe!!
Muchos besos de abuela.

Tamaruca dijo...

Hace poco leía en el libro de Muriel Barbery titulado "La elegancia del erizo" una reflexión acerca de lo que era la gramática. Una de las protagonistas, la señorita Josse que es una niña maravillosa, explica lo que para ella significa:

"Yo en cambio creo que la gramática es una vía de acceso a la belleza. Cuando hablas, lees o escribes, sabes si has hecho una frase bonita o si estás leendo una. Eres capaz de reconocer una expresión elegante o un buen estilo. Pero cuando se estudia gramática, se accede a otra dimensión de la belleza de la lengua"

Y bueno, es exactamente eso lo que he sentido al terminar de leerte.

Besos, tocaya.

SOLOYO dijo...

Qué gran historia!!!!
Me encanta cómo das vida a las cosas.
Me quedo con estas dos geniales frases:

Hubo furia en las tildes acentuando los argumentos...
...las comas mediaron para calmar y pausar los ánimos.

Y por supuesto con el final... cómo hicieron el cambio, qué listas!

Ra dijo...

Cómo se nota que llevas en la sangre las palabras rebelión, cambio, asamblea, revuelta, autodeterminación... Es muy creativo, me ha gustado mucho.
Lo malo de escribir es eso que dices en un comentario, que cada uno hace suyas tus palabras,y a lo mejor las interpreta de otra forma... ese exponerse a los demás, da miedo, ese "juzgar" de los demás... por eso es una valentía hacerlo, y una muestra de seguridad en uno mismo "caiga quien caiga".
Besos!!!

La Gata Coqueta dijo...

Hola!! he pasado por este blog, que me ha encanto, pero para ser fiel a la verdad, lo que más me llamó la atención fue la vela contra la violencia de género.
Y la he traspasado a mi blog, si por cualquier circustancia no fuera posible me lo dices y la anulo.
Espero tu respuesta.
Recibe un saludo de esta que escribe.

Tamara dijo...

¡Hola tocaya! Buuuffff...¡mas puesto colorá! :-P
Muchas gracias, por tus palabras "prestadas", Tam, es una reflexión muy interesante y que comparto como lectora de tantas cosas buenas que leo (muchas, por cierto, en los blogs que visito).
En mi caso, bueno, mera aprendiz, de verdad. El blog me permite desarrollarme y evolucionar, y compartir impresiones con los que tengan a bien pasarse por aquí.
¿Te das cuenta de cuánta gente con talento y anónima está desperdigada por la blogosfera? ¿Conoces a mi tocaya Tamaruca? Pues es una de ellas, te la recomiendo...:-D
Un besote grande.

Soloyo, guapetona...muchas gracias. Creo que la magia de escribir es esa, darle independencia a lo creado. Mira si no, lo que ocurre en tu blog. Has contagiado tu chispa vital, tu energía y buena onda a todos los que te leemos. Pero cada uno nos apropiamos de lo que más nos gusta, nos atrae, o necesitamos. Así que lo de "dar vida a las cosas" es algo que nos pertenece a todos, y a ti, que eres la number one del vitalismo...ni te cuento.
Espero que sigas así por mucho tiempo (mucho mucho);-D
Besitos.

Jajajaja...ay, Raquelilla mía, ¿qué te puedo decir a ti yo, que eres una luchadora completa, valiente, decidida y combativa?
Pues que me hace mucha ilusión tu comentario, y que te lo devuelvo...jajaja...¡¡a las barricadassss!!
Tu segunda reflexión la comparto totalmente. Escribir y exhibirte al mostrar lo que sientes, ves, conoces, etc, es un acto de valentía, y me atrevo a decirlo aquí porque todos los que nos leemos y comentamos por aquí escribimos y tenemos blogs, así que compartimos esta faceta. Y pienso que es un acto único, la creación (del tipo que sea), porque te expone, te desnuda, te fragiliza. Y al mismo tiempo, te ayuda y te completa.
Muchos besos, guapa.

Hola gata coqueta, bienvenida al mundo incontable. Muchas gracias por tu comentario...me tiende un puente a colarme en tu espacio siguiendo el rastro de unas pequeñas zarpas..:-D
En cuanto a la velita...es toda tuya, por supuesto. Yo también la cacé de algún blog por ahí, así que de lo que se trata es de compartir, sobre todo si es por una buena causa, ¿verdad?
Un beso.

Tamaruca dijo...

;-)

EL INSTIGADOR dijo...

Eres una escritora fantástica. Elegante, imaginativa y muy amena. Eso de ser ameno es un gran elogio si viene de mi parte. Me gusta la literatura, el estilo, la originalidad, pero no puedo tragar una historia aburrida o mal contada. Disfruto mucho leyéndote.

Besos

Tamara dijo...

Tocayita, ;-D

Instigador...me dejas apabullada, porque si alguien tiene soltura narrando...¡eres tú!
Admiro mucho tu manejo del lenguaje, el estilazo tan personal que tienes, tan tuyo, que te identifica, la ironía que destilas, el ritmo, la pasión...buahhh...eres la caña.
Te agradezco muchísimo tus palabras. De corazón.
Un besazo grande.

Tamara dijo...

Hago un pequeño inciso aquí, porque el mundo es pura casualidad, y resulta que una amiga me ha regalado "Nuevo rincón de haikus", de Benedetti (que, por cierto, se suma al primer "Rincón de haikus" que mi querida amiga Merche me regalara tiempo ha) y, casualmente, me ha llegado un regalito sorpresa de mi bien amado don Mario.

Haiku 23
los personajes
se evaden de mis libros
y me interrogan

Pero...¡ay, quién fuera personaje de Benedetti!
:-D
Besos a todos.

julio-entuinterior dijo...

¡De qué forma más original lo has escrito!
No es que lo haya leido yo, pero sí mi mujer y por cierto no le gustó nada. ¿No te estarás refiriendo a un libro supervendido de reciente aparición? :)
aAnque esto entiendo que tal vez no lo puedas decir.

Un abrazo

Tamara dijo...

Querido Julio, la verdad es que no me he inspirado en ningún autor en particular. Cualquiera valdría, porque los hay (y seguro que coincidiríamos) con el ego bien inflado. Y además, creo sinceramente que cuando el escritor se vuelve tan tontín y vanidoso...difícilmente tiene algo que contar que resulte interesante.
Un besote.

Miguel Molina dijo...

Bueno, creo que uno de esos libros te está esperando para que en él puedas refeljar todo lo que pasa por tu cabeza.

La verdad es que es un gusto leerte.

Besos

Tamara dijo...

Muchas gracias, Miguel, es un gustazo leerte a ti, que además de pasearme por rincones de mi ciudad que tanto me gustan, me descubres nuevos, con toda la información que necesito para quedar genial con los amigos cuando vienen de fuera...;-P
Muchas gracias a ti por pasarte por aquí.
Un besazo.

Tanhäuser dijo...

Si supieras la de veces que entro de puntillas en tu espacio para deleitarme en tus letras. Siempre en silencio, sin molestar.
Pero hoy no he podido resistirlo y debo decirte que leo y releo tu texto con absoluta admiración. Es perfecto. Sencillamente perfecto.

Besos agradecidos y admiradísimos.

Tamara dijo...

Uao, Tanhäuser, me has dejado sin palabras y con una sonrisa de agradecimiento profundo. Porque yo también me cuelo por tu espacio muchas veces, casi siempre de puntillas también, aunque a veces, tampoco me puedo resistir decirte lo mucho que me haces disfrutar con tus escritos, tu literatura, tu talentazo.
Besazos igualmente agradecidos y admirados.
;-D

AnaR dijo...

Y tras leerte se me antoja hacer de la semántica una bandera y dejar que el elitismo linguistico se quede entre paréntesis ¡¡ea!! Que viva la revolución escriteril.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Siempre me han llamado la atención y gustado las historias que dan características "humanas" a los objetos/cosas, etc., y la tuya está perfectamente lograda, para mi ha resultado super original, además de dar en el clavo en situaciones que no sólo se adscriben al mundo "escriteril" como dice ana r. Tienes una imaginación privilegiada querida mía, tus relatos jamás me deján indiferente.
Un besote.M.

EL INSTIGADOR dijo...

Una pregunta. ¿Has vivido de pequeña en Segovia?

Tamara dijo...

Jajajaja, desde luego, Ana...¡¡viva la revolución de las letras!! Las letras siempre se anticipan, siempre arriesgan, siempre se comprometen.
Muchos besos.

Querida mía, amiga Marcela, muchas gracias. Tu estímulo y tu apoyo y calor amigo al dejarte caer por aquí, de vez en cuando, me impulsan muchísimo, que lo sepas. ¡¡Por fa, que no me falten tus abrazos de oso!!
Uno de osazo para ti, guapa.

Querido Instigador, siento defraudarte, pero no. Soy zamorana de nacimiento, pero desde los 3 inocentes años...vivo en los madriles. ¿Sirve si te digo que me encanta (y no es peloteo) Segovia y su provincia? ;-D
Muchos besos, guapo.

Carmen dijo...

Algunos autores merecen que se les rebelen hasta los libros. Ya he leído un par de veces esta historia. Muy buena, por cierto y bonito final: Hoy, la libertad soplaba entre líneas

Me gusta mucho la cabecera que has puesto. Alphonse Mucha es uno de mis artistas de compañía. Tengo en casa un póster enmarcado que un amigo me trajo de Praga y varios libros sobre él. Celebro coincidir.

Un abrazo

Tamara dijo...

Muchas gracias, Carmen, por tus palabras. Me alegra que te haya gustado la cabecera. He conocido la obra de Mucha en la exposición que hay en el Caixa Fórum de Madrid... y me he enganchado sin contemplaciones. No sólo son buenos sus carteles, los de publicidad, los de teatro, también es increíble la obra fotográfica. Me quedé impresionada. Si tienes ocasión de pasarte por Madrid (cosa que no creo con tu apretada agenda vacacional...¡¡que la disfrutes, por cierto!!), estará hasta el 31 de agosto y merece la pena. Seguro que te encantaría.
Un besazo y lo dicho...que tengas unas estupendas vacaciones.